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Pancreatitis

 

Pancreatitis Aguda


El páncreas es un órgano situado en el abdomen, detrás del estómago, que se encarga de producir hormonas como la insulina y el glucagón, importantes para el metabolismo de la glucosa.
 

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1. ¿QUÉ ES UNA PANCREATITIS AGUDA?

La pancreatitis se define como la inflamación del páncreas debido a la obstrucción de las vías biliares a causa de cálculos o inflamación de la glándula. 

La obstrucción del conducto pancreático hace que se secreten las encimas del páncreas sobre la propia glándula en vez de secretarlas en el duodeno, provocando una inflamación aguda. Esto genera una autodigestión del páncreas con el paso de enzimas y toxinas a la sangre. 

Suele ser consecuencia de un consumo excesivo y continuado de grasas o alcohol. Una vez se resuelve la pancreatitis aguda el páncreas suele recuperar su función por completo.

La pancreatitis puede ser un proceso muy grave, poniendo en riesgo la vida, cuando se acompaña del fallo de otros órganos a consecuencia de la necrosis de esta víscera.


2. QUÉ CAUSA UNA PANCREATITIS AGUDA

Las causas más frecuentes son los cálculos biliares y el abuso de alcohol. El abuso de alcohol es la causa más frecuente de pancreatitis crónica y los cálculos de pancreatitis aguda. 

La pancreatitis asociada al alcohol es más frecuente en varones y la asociada a los cálculos es más frecuente en las mujeres.


3. SÍNTOMAS DE LA PANCREATITIS AGUDA

El 75% de los pacientes con divertículos son asintomáticos. Hablamos de enfermedad diverticular cuando aparecen síntomas. Los síntomas más frecuentes que dan los divertículos son: 

  • Dolor intermitente, punzante en la zona inferior izquierda del abdomen.

  • Inflamación de la zona con ligera distensión.

  • Estreñimiento o diarrea.

  • Rectorragia o sangre en las heces. El sangrado suele ser limitado y no se asocia a dolor. Suele ser consecuencia de la rotura de algún pequeño vaso sanguíneo de la pared del divertículo.


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4. DIAGNÓSTICO DE LA PANCREATITIS AGUDA

El diagnóstico de la pancreatitis aguda se puede establecer en base al cuadro clínico descrito por el paciente, y se confirma por el aumento de las concentraciones de la enzima amilasa en la sangre. En ocasiones, como la amilasa también se produce en otras glándulas como las parótidas, hay que realizar una determinación específica de amilasa pancreática o de lipasa, que es otra enzima del páncreas.

Para visualizar el páncreas inflamado se utilizan la ecografía y el TAC. Con la primera se pondrán de manifiesto además alteraciones de la vesícula y la litiasis que haya podido generarla, mientras que con el TAC el diagnóstico de pancreatitis es más certero y puede diagnosticar complicaciones como los quistes, abscesos, necrosis, hemorragias, etcétera.


Otra prueba, la CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica) consiste en una endoscopia a través de la boca hasta llegar al colédoco e inyectando contraste para dibujar los conductos de vesícula y páncreas. Permite desobstruir este conducto si existe una piedra o barro, e incluso realizar una biopsia si la obstrucción es por motivos tumorales. Es útil en casos de pancreatitis traumática y de litiasis grave, aunque existen casos de pancreatitis aguda en los que el páncreas presenta un aspecto normal en la exploración.


5. TRATAMIENTO DE LA PANCREATITIS AGUDA

Un paciente con pancreatitis aguda debe ser hospitalizado, ya que es necesario controlar su evolución. El tratamiento de la pancreatitis aguda se basa en la administración intensiva de líquidos intravenosos y la suspensión de la ingesta oral para dar reposo al páncreas. Cuando el proceso es grave y se alarga en el tiempo, la dieta debe ser restaurada por vía intravenosa con nutrición parenteral hasta que se pueda restablecer la dieta oral.

Es necesario el empleo de analgésicos para controlar el dolor intenso de la región abdominal, y se puede colocar aspiración nasogástrica si el paciente presenta náuseas o vómitos.

En caso de que la pancreatitis esté originada por la presencia de piedras en la vía biliar, está indicada la eliminación endoscópica de los cálculos biliares que causan la obstrucción durante las primeras 72 horas siguientes al comienzo de los síntomas mediante CPRE.


6. PREVENCIÓN DE LA PANCREATITIS

Aunque cualquier persona sana puede sufrir un episodio de pancreatitis aguda, existen una serie de factores que favorecen su aparición, y un factor de riesgo evitable es el consumo de alcohol.  

Aquellas personas con cólicos biliares y litiasis en la vesícula, deben plantearse una operación para extirpar la vesícula y evitar un cuadro de pancreatitis en el futuro. Una dieta baja en grasas disminuirá, además, la incidencia de cálculos biliares. La evolución de la pancreatitis aguda es muy variable, y puede ser desde muy leve a mortal.